Solo 21 personas estuvieron presentes dentro de la iglesia para celebrar el bautismo de La Princesa Charlotte, pero afuera una multitud se reunió para esperar la llegada de la familia real, tan querida por su pueblo.
Los duques habilitaron un espacio en el parque cercano al templo para que los británicos pudieran contemplar a la familia real antes y después del servicio.
Kate Middleton iba impecablemente vestida para la ocasión con un conjunto de su diseñador favorito: Alexander McQueen, compuesto por un abrigo y un vestido por debajo de la rodilla en blanco roto, acompañado por un tocado, zapatos de medio tacón y un recogido bajo.
Otro guiño hacia la fallecida princesa de Gales ha sido la elección de Mario Testino como fotógrafo oficial. El peruano fue el autor de la sesión de fotos más carismática de Diana, y del posado de los duques de Cambridge en su compromiso.
La familia llegó al templo en un perfecto orden protocolario, de menor a mayor rango: la familia Middleton, los cinco padrinos de la princesa, el abuelo paterno, el príncipe Carlos y su esposa la duquesa de Cornualles y por último, los bisabuelos de la bebé, la reina Isabel II y su marido el príncipe Felipe.
La princesa Charlotte llevaba el mismo vestido de cristianar que su hermano George, bautizado en 2013. El vestido es una réplica del que vistieron los hijos de la reina Victoria en 1841 y que fue usado por la propia reina Isabel, el príncipe Carlos y el papá de la niña, el príncipe Guillermo.Y recibió las aguas traídas expresamente desde el río Jordán, donde Jesús fue bautizado por San Juan Bautista, según el Evangelio.
La princesa Charlotte Elizabeth Diana contó con cinco padrinos o “guardas espirituales”, elegidos entre los amigos más íntimos de los Duques, y después de la ceremonia, los Duques de Cambridge tomaron un té en la residencia de la Reina en Sandringham.
Linda semana!
