La reina no pudo viajar a Glasgow por consejo médico, pero intervino con un vídeo en el que rindió homenaje a su difunto marido
La familia real británica siempre ha manifestado en público su preocupación por el medio ambiente. Así lo recordó anoche la propia reina Isabel II, quien aunque no pudo asistir a la recepción por consejo de su equipo médico, intervino con un discurso grabado.
La monarca recordó que el cuidado del medio ambiente era una de las causas que más le importaban a su difunto marido, el duque de Edimburgo, y dijo que está muy orgullosa de que tanto su hijo Carlos como su nieto Guillermo hayan seguido sus pasos en la lucha por un planeta más verde.
El estilismo escogido por Isabel II para pronunciar su discurso también era elocuente, optando la reina por un broche de diamantes y rubíes en forma de mariposa que le regalaron con motivo de su boda. Era un guiño a la pasión por la naturaleza de su marido, a quien precisamente se veía rodeado de mariposas en una fotografía que había sobre la mesa de su despacho.
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