Universalmente aclamada como “la reina del soul”, Aretha Franklin, ha fallecido a los 76 años, este jueves a las 9:50 a.m. en su casa en Detroit, rodeado de familiares y amigos, según una declaración de su representante, Gwendolyn Quinn.
Hija de un conocido reverendo, comenzó a cantar en el coro de la iglesia de su padre y sacudió el panorama musical de los 60 al introducir los recursos del góspel en la música secular, con éxitos hoy legendarios como Respect o (You make me feel) A natural woman. Tuvo una vida precoz y turbulenta, con su primera maternidad cuando era apenas una niña, un matrimonio violento y un considerable historial de desavenencias, adicciones y desdichas. En 2010 sufrió un cáncer de páncreas y su salud había empeorado hace unos meses. Con ella desaparece la última gran superviviente de la era dorada de la música negra estadounidense.
La cantante fue la primera mujer del mundo que ingresó al Salón de la fama del Rock and Roll (1987), y ganadora de 20 premios Grammy, entre muchos otros.
Escuchar a Aretha Franklin ahora es escuchar todo, cada variedad de blues y jazz americano y gospel, soul, y hasta rock, todas las tradiciones musicales a las que la gente se aferró para mantenerse con vida, y todo lo que existe ahora, y a todos los grandes cantantes que ella enseñó. Su gran legado está en todos nosotros. Ella y su voz inmortales.
Deja una respuesta