Primera dama entre 1989 y 1993, esposa y madre de presidentes de EE UU, ha muerto a los 92 años en su casa de Houston.
Barbara Bush fue una primera dama carismática y popular. Durante el mandato de su marido, George W. H. Bush (presidente entre 1989 y 1993), su figura perennemente popular sirvió como un activo importante en la campaña de reelección de 1992 de su marido, aunque infructuosa. George apeló a su favor al llamar a su esposa «mi filósofo político favorito» y un «estadista».
Imposible desligar su recuerdo de un cabello que encaneció de forma precoz y sus collares de perlas de los que no se separaba, ya estuviera en una cena de Estado o ataviada con una gorra en un partido de béisbol. Llegó a la Casa Blanca tras el paso de una primera dama icónica e influyente, la también republicana Nancy Reagan, y trató de construir un perfil propio.
Hija de Marvin y Pauline Pierce, Barbara Pierce creció en el afluente suburbio de Rye, Nueva York, y luego asistió al internado Ashley Hall en Charleston, Carolina del Sur. A los 16 años, conoció a su futuro esposo en un baile durante las vacaciones de Navidad.
Barbara y George dieron la bienvenida a su primer hijo, George W. Bush, en 1946 y a su hija Pauline Robinson (Robin) en 1949. Una vez establecidos en Texas, la familia experimentó uno de los momentos más difíciles cuando los médicos diagnosticaron leucemia a Pauline. «Ninguno de nosotros había oído hablar de eso», recordó Barbara en su libro de memorias de 1994. «George preguntó [al médico] cuál era el siguiente paso: ¿cómo la curamos?»
Perder a su hija resultó ser un verdadero desafío (y, según los informes, prematuramente le puso el pelo blanco a Barbara), pero la alegría volvió a las vidas de los Bush con la incorporación de Jeb, Neil, Marvin y Dorothy a la familia. Bárbara asumió la mayoría de los deberes de crianza, pero afinó sus habilidades para hablar en público, hacer campaña y su perspicacia política con el ascenso de la carrera de su esposo.
La primera dama ha sido hasta ahora la única mujer, junto a Abigail Adams (1744-1818), esposa y madre de presidentes de Estados Unidos. Aunque en casa se encargaba de imponer la disciplina, el público tenía de ella una imagen cálida y jovial, muy cultivada con una actitud de abuela de América. Bush padre solía referirse a la primera dama para recalcar la labor más social o humanitaria de su Gobierno.
En 1989, cuando sobre el sida reinaban los prejuicios y la ignorancia, llamó la atención al acudir a un centro infantil de enfermos por el virus y acunar a un bebé allí ingresado. La imagen corrió como la pólvora, la pólvora del arma secreta de Bush.
Descanse en paz Barbara Bush.
Deja una respuesta