El capitán del barco dijo a Reuters que la activista enfrentará un duro viaje a bordo del yate, más diseñado para la velocidad que para la comodidad. No hay duchas ni inodoros.
Los que viajen en el yate deberán usar un cubo.«Al dejar de volar no solo se reduce la propia huella de carbono, sino que también se envía una señal a otra gente a tu alrededor de que la crisis climática es real», dijo Thunberg.
Cuando llegue, participará en la Cumbre de Acción Climática de Naciones Unidas, que se celebrará en septiembre en Nueva York, así como en la conferencia por el cambio climático COP 25 en Santiago de Chile, en diciembre.
«Que yo hable ante la ONU no va a cambiar la situación, pero sí puede ayudar a crear conciencia, entonces creo que juntos podemos intentar hacer un cambio», dijo Thunberg en una visita a un campamento de protesta contra el carbón el viernes en Alemania.
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