Sin un viaje diario al trabajo temprano en la mañana o una carrera escolar para llegar a tiempo, y pocos compromisos sociales, muchas demandas de nuestra vida diaria que agotan la energía han desaparecido bajo las restricciones de Covid-19. Y, sin embargo, a pesar de ser menos activos de lo habitual, nos sentimos especialmente lentos y agotados a medida que nos adaptamos a nuestra «nueva normalidad».
En la superficie, deberíamos sentirnos con más energía que nunca. Entonces, ¿qué hay detrás de esta fatiga generalizada del encierro? Desde la calidad del sueño hasta los niveles de estrés. Explora las razones por las que podemos estar sintiéndonos particularmente agotados en este momento y comparte con tus seres queridos estos consejos para superar la fatiga del encierro:
Estás comiendo demasiados carbohidratos refinados
¿Han cambiado sus hábitos alimenticios desde que empezó a preparar todas sus comidas en casa? ¿O quizás el cambio de horario significa que está comiendo bocadillos con más frecuencia? Si es así, eso podría estar detrás de su somnolencia diurna.
Los carbohidratos refinados que se encuentran en el arroz blanco, la pasta y el pan, las papas, los cereales, las galletas y los pasteles tienden a ser absorbidos rápidamente por el cuerpo, explican expertos en nutrición, y el efecto que tienen sobre las hormonas puede hacer que te sientas somnoliento después de comerlos.
No haces suficiente ejercicio
Puede ser lo último que quieras hacer cuando se sientas lento, pero se ha demostrado una y otra vez que el ejercicio regular combate la fatiga y aumenta sus niveles de energía.
Puntos de bonificación si realizas un entrenamiento al aire libre, ya que su cuerpo produce vitamina D utilizando la energía de la luz solar directa. Esta vitamina es vital para aumentar los niveles de energía, según demostró una investigación de la Universidad de Newcastle.
La vitamina D es esencial para nuestra salud general y bienestar mental. Consulta las pautas del NHS para determinar si es probable que obtenga lo suficiente y si debe tomar un suplemento cuidadosamente dosificado. Recuerda que la vitamina D es una vitamina soluble en grasa, no puedes simplemente orinar si tomas demasiada, por lo que tener cuidado de no tomar cantidades excesivas es tan importante como no tener deficiencia.
No duermes bien
Cuando tu patrón de sueño está alterado, es posible que tengas dificultades para obtener suficiente sueño profundo reparador y sueño REM, que es esencial para despertarse sintiéndose renovado y con energía.
Un cambio de rutina puede afectar tu ritmo circadiano, también conocido como su «ciclo de sueño y vigilia», que controla las hormonas que te hacen sentir alerta durante el día y somnoliento por la noche. Tener menos luz del día de lo habitual puede afectar tu ciclo y provocar fatiga por bloqueo.
Estás estresado o ansioso
Podría deberse a una nueva rutina: es posible que te encuentres haciendo malabarismos con el papel de padre, maestro y empleado simultáneamente, en lugar de poder separarlos a lo largo del día, o está preocupado por un miembro de la familia vulnerable o solitario que es lo mismo. –aislado solo. Busca un tiempo para ti, para descansar la mente, si puedes poner una canción de relajación, y cerrar los ojos por diez minutos, hará maravillas en tu beneficio.
Estás deshidratado
Mantenerse bien hidratado también es crucial para mantener sus niveles de energía. Los síntomas comunes de la deshidratación incluyen sed, fatiga, mareos y dolores de cabeza. El estreñimiento es otro efecto secundario de los niveles bajos de líquidos, que puede hacernos sentir incómodamente hinchados y lentos.
Estás bebiendo demasiado café (o té)
Muchos de nosotros necesitamos una taza de té o café para comenzar la mañana, pero si confías en la cafeína para pasar el día, podrías estar causando el efecto contrario deseado, lo que en su lugar resulta en una fatiga de bloqueo.
Demasiada cafeína, ya sea del café, el té o la que se agrega a las bebidas energéticas, puede aumentar los niveles de ansiedad, agitación e inquietud, y afectar el sueño, dejándolos a ambos conectados y cansados.
