No es usual que Mr. H se meta en líos, al menos no los busca, porque siempre quiere lo mejor para sus semejantes y la paz mundial. en Halloween no es la excepción, él tenía muchos deseos de reunir a sus amiguitos para celebrar el día de brujas, y así poder compartir con todos ellos los dulces que previamente se proponía recolectar de casa en casa con calabaza en mano. Era un plan genial, y justo ahí comenzó su historia de terror…
Tenía todo resuelto, el disfraz, las bebidas, y la confirmación de todos los pequeñines que iban a asistir, también tenía a su hermanito listo para acompañarlo a pedir halloween. Cuando despertaron esa mañana, casi no habían dormido, decorando el salón, poniendo la mesa sin que faltase ningún detalle la noche anterior. Sin importar el cansancio, Mr. H saltó de su cama para bañarse y ponerse el disfraz que su Mamá le confeccionó. Mientras, llamó a su hermanito Mr. C, pero con la emoción que tenía y las prisas, no se dio cuenta que Mr. C, ni siquiera había salido de su cama; por supuesto que me está haciendo una broma y no tenemos tiempo para eso, pensó Mister H. Fue a levantarlo o tirarlo de la cama si era necesario ¿cómo puede dormir en un día tan importante? pensó. Pero Mr. C se sentía muy mal, tenía dolor de estómago y hasta que su Mamá no le diera esa medicina que sabe horrible no saldría de entre las cobijas.
Mister H se encontraba en un dilema, porque aunque no quería ir solo, tampoco quería perderse la oportunidad de mostrar orgulloso su disfraz, y recolectar lo más posible, para compartir con sus amigos. Al fin que no voy más allá de cuatro calles, y ya sé quién da mucho y con quién mejor no ir…
Para ser la decima casa iba bien, pero no excelente, algunos dulcecillos en el fondo de una de las dos calabazas y la competencia era voraz! para empezar, veía como los otros perritos iban con sus Mamás y la gente al verlos les daba más, en cambio Mr. H iba solo y solamente recibía una ración. Pensando en estos pequeños obstáculos, tropezó con un payaso en una escalinata de la siguiente casa; el payaso cayó, y pudo ver que no tenía ni la mitad de premios que él, inmediatamente lo ayudó y le dijo: estás bien? por favor discúlpame, no te preocupes, contestó el payaso, ya sabía que sería un día horrible… La señora de rosa es tu Mamá? preguntó el payaso a mi Mr H, tiene dos bolsas llenas! donde les dieron tanto? Mr. H contestó que iba solo; Ah! no te preocupes, yo te acompaño y seguro que así conseguimos más. Aunque a Mr. H le enseñaron en su casa, a no hablar con extraños, pensó que ésta era una situación desesperada, y tenía que regresar pronto a casa así que aceptó.
El payaso le dijo que su nombre era Lopy mientras caminaban, iban a buen ritmo pero sería mejor si Lopy el payaso hablará menos… Le contó de sus viajes, que no tenía amigos y tampoco los necesitaba, que en el trabajo todos le caían mal y que prefería estar en casa para llegar al nivel oro de su último videojuego. Hablaba y hablaba con gestos raros, que confundían a Mr. H. Por momentos lo sentía irritante, molesto y absurdo, pero también se sentía culpable, porque pensó: él habla mucho porque no tiene con quién hacerlo, en cambio yo tengo a mi familia y mis amigos. Mr. H sentía que llevaban una eternidad y más que una divertida tarde de halloween, esto parecía un film de horror! justo le iba a decir al payaso Lopy que él tenía que irse a casa y que ya sus calabazas estaban llenas, cuando de repente todo le comenzó a dar vueltas, las palabras por segundo del payaso Romy, las escuchaba como en eco y más lejos, necesitaba sentarse urgentemente, y en un instante todo se volvió negro.
Ay mi cabeza! se dijo Mr. H en el suelo tirado, y mi pobre patita… Pero sintió una sensación de confort al mismo tiempo, ya no escuchaba la voz irritante del payaso, y tampoco estaba a pesar que lo busco con la mirada. Qué alivio, se fue por fin! pero notó que también se habían ido sus calabazas llenas de dulces. -Payaso hablador y embustero!- Te ayudé y así me pagas? Mejor me voy a casa, jamás vuelvo a hablar con extraños pero justo cuando se levantaba vio a una hada muy bonita y dulce.
Espera! le dijo el hada, por qué vas tan deprisa? entonces Mr. H vio en ella algo familiar, algo que ellos compartían y le hacia confiar en ella, así que le contó brevemente lo que le había ocurrido y que en el camino a casa tendría que pensar, qué hacer con sus invitados, porque sólo tenía aguas frescas para ofrecerles.
El Hada le dijo que su nombre era Flor, también le dijo que lo conocía, eres un ser de luz, conozco tu bondad tu inocencia. Yo te puedo ayudar y lo haré! Y después de una pausa incomoda, Mr. H, le agradeció a Flor, y regresó a casa, con las patitas vacías y pensando que lo único que podría ofrecer a sus amigos eran palomitas que había en la alacena y ver la película de ESO.
Cuando llego a casa, estaba su Mamá en la puerta recogiendo unas bolsas llenas con sándwiches, chocolates, paletones, pastelillos, caramelos, y variadas golosinas deliciosas. La señora Em le dijo a su hijo, apúrate pequeño, ya llegaron casi todos tus amiguitos, no sé cómo hiciste para conseguir tantos dulces, y tampoco sé como convenciste a esa niña Flor para que las trajera, me dijo que no se podía quedar, pero te dejó una nota.
Querido Mr H,
Cómo te dije hace un rato eres un ser de luz, siempre serás inocente y bondadoso porque es tu naturaleza. Junto con tu hermano trajiste felicidad, ternura, alegría y bendiciones a tu hogar. El mundo no es perfecto, existen seres como el payaso y peores, no podemos hacer que desaparezcan pero sí debemos alejarnos de ellos y no sentirnos culpables por hacerlo. Aprendiste hoy una gran lección, y te mereces una recompensa.
P.D. Espero que disfruten mucho, tú y tus amiguitos la noche de Halloween, abre tu mente y cree en la magia, porque existe, pero sobre todo nunca dejes de creer en tí.
Nota al lector: está fue una aventura de Mr. H en 2019, ahora no puede salir, debido al Covid.
Happy Halloween!
