Los creadores de la ambiciosa serie «The Crown» recibió luz verde durante seis temporadas, se tomó la decisión de reformular totalmente el programa, ¡dos veces! – para retratar cuatro generaciones de la familia Windsor y su monarca, la reina Isabel II. Ahora en su cuarta temporada y dos tercios del proyecto, «The Crown» es una visión idealizada y críticamente exitosa de lo que debería ser la televisión de prestigio. Además, esta temporada finalmente ha agregado la última pieza que antes faltaba: una narrativa universalmente apasionante.
La temporada 4 del drama real de Netflix, es quizás el capítulo más esperado de la serie hasta ahora. Desde finales de los 70 hasta aproximadamente 1990, la cuarta entrega del programa presenta a una de las figuras más queridas de la familia real británica moderna: la princesa Diana.
Nos ofrece una mirada meticulosa a la experiencia de Diana Spencer con la monarquía, desde el cortejo temprano del príncipe Carlos hasta la agitación posterior de su matrimonio. Y aunque es lo suficientemente entretenido y detallado para convencerme de que cada línea de diálogo fue pronunciada palabra por palabra, The Crown no es un documental. Si bien es posible que nosotros, los que no pertenecen a la realeza, nunca sepamos exactamente lo que sucedió a puerta cerrada, los informes nos dan una mejor visión de lo que realmente sucedió dentro de la familia.
Otro acierto fue la transformación de Gillian Anderson en Margaret Thatcher, es una maravilla para la vista. Su «Dama de Hierro» es casi misteriosa, capturando los gestos y la voz de la mujer cuyo mandato de 11 años cambió el curso de la historia británica. Esta Thatcher es feroz, e insegura, con una misoginia interiorizada que es tan profunda que incluso le desagrada su propia hija. Todo esto mientras se enorgullecía de «hacerlo todo», desde dirigir el país hasta preparar su cena de gabinete exclusivamente masculina. Ella es la máxima oportunista, que a veces se acerca peligrosamente al territorio de los estafadores, mientras insiste en que, por el bien del país, debe tirar de la escalera de oportunidades detrás de ella. Sus encuentros con la reina de Colman son fascinantes, ya que las dos mujeres pasan del respeto mutuo al odio helado y viceversa, a veces dentro de la misma escena.
Así que prepara una buena botana y bebidas, para disfrutar de este imperdible estreno, que la disfrutes!
